
Se abrirán al público en Londres, varios de los túneles ocultos de la Segunda Guerra Mundial

A unos 30 metros debajo del centro de Londres se encuentra una red de túneles de 1,6 kilómetros de largo que seguramente se convertirá en la nueva atracción turística más deslumbrante de la capital del Reino Unido, según la compañía que obtuvo la aprobación de planificación para la transformación de US$ 149 millones.
Avanzan los planes para lo que apunta a ser la atracción turística subterránea más espectacular de Londres, que promete brindar una deslumbrante experiencia inmersiva.
Los túneles Kingsway Exchange se construyeron en la década de 1940 para proteger a los londinenses de los bombardeos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Esa fue la última vez que estuvieron abiertos al público en general. Su siguiente función en tiempos de guerra fue la de albergar la secreta Dirección de Operaciones Especiales de Gran Bretaña, una rama del MI6 y la inspiración real para la rama Q de James Bond.
The London Tunnels es un nuevo proyecto multimillonario que podría convertirse en el destino turístico subterráneo más emocionante de la capital británica hasta la fecha.
DBOX/The London Tunnels
A treinta metros de profundidad, la ciudadela subterránea es un laberinto de viejos generadores, tuberías y tornillos oxidados. De las paredes cuelgan haces de cables, que están salpicadas de diales, interruptores y palancas.
De central telefónica a línea directa
Después se ampliaron para convertirse en la Central Telefónica de Kingsway, que en los años 50 sirvió como central de comunicaciones internas durante la Guerra Fría. Incluso albergó la línea directa que conectaba a los líderes de Estados Unidos y la URSS. Todavía hay restos de un bar y comedor para las 200 personas que trabajaban en los túneles en esta época.
La central albergaba una tupida red de 5.000 cables troncales y una ajetreada comunidad de 200 trabajadores que atendían las líneas telefónicas.
En la década de 1980, British Telecom se hizo cargo de las instalaciones y creó el bar con licencia más profundo del mundo para uso del personal del gobierno, con una sala de juegos con mesas de billar y una pecera tropical: el colmo del lujo de la década de 1980.
La nueva atracción será un monumento a los bombardeos y —según le dijo a Reuters Angus Murray, director ejecutivo de London Tunnels— será en parte museo, en parte exposición y en parte espacio de entretenimiento.
“Es real. Es emotivo”, dijo Murray parado en una caverna de acero arqueada mientras los trenes del metro de Londres pasaban retumbando por encima.
Comparó el impacto esperado en el turismo con el de la rueda de observación London Eye, inaugurada hace 25 años y que atrae a más de 3 millones de visitantes al año.
Murray calcula que el plan para crear una atracción turística, que fue aprobado por las autoridades el año pasado, costará alrededor de 120 millones de libras (US$ 149 millones). Su empresa espera que hasta 3 millones de personas al año paguen más de 30 libras (US$ 37) para visitar el espacio.
El plan es que se abra al público para finales de 2027 o principios de 2028.
Si no puedes esperar hasta entonces para adentrarte en las entrañas de la ciudad, el Museo del Transporte de Londres organiza visitas guiadas exclusivas a sus estaciones de metro abandonadas, incluida Down Street, un búnker subterráneo secreto que ayudó a ganar la Segunda Guerra Mundial.
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