Grave crisis humanitaria en México que se acerca al récord de 100.000 desaparecidos

Grave crisis humanitaria en México que se acerca al récord de 100.000 desaparecidos

El primer caso data de los años 60, pero las denuncias se multiplicaron por decenas de miles a partir del Gobierno de Felipe Calderón.

El peor año fue 2019. En esos 12 meses, en México se denunciaron 22.239 desapariciones. Es la cifra más alta en la historia. Y aunque después la tendencia fue a la baja, la tragedia humanitaria no cesa.

La crisis se refleja en el récord de casi 100.000 desaparecidos que reporta el Gobierno y que confirma que el país padece una de las crisis en derechos humanos más graves a escala global.

Según los últimos datos oficiales disponibles, desde 1964 hasta este miércoles se reportó la desaparición de 229.458 personas, de las cuales fueron encontradas 136.276, es decir, el 54 %.

Sin embargo, siguen desaparecidas o no localizadas 93.182 personas. Y las denuncias se incrementan todos los días. 

Los adjetivos ya no alcanzan para describir la magnitud del dolor que atraviesan cientos de miles de personas que no saben en dónde están sus familiares. Un día dejaron de verlos, de tener noticias. Y siguen sin saber qué les pasó. La incertidumbre los sume en un limbo que les impide transitar los necesarios duelos. No tienen un cuerpo para enterrar, ni una tumba en donde llorar o llevar flores.

En muchos casos, a sabiendas de que las organizaciones criminales secuestran a hombres y mujeres para forzarlos a trabajar a su servicio, no pierden la esperanza de encontrarlos con vida.

Por eso los familiares no dejan de buscarlos ni de exigir justicia. El gran problema es que la impunidad sigue siendo la norma. Lo reconoció la semana pasada Karla Quintana, la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, al informar ante el Senado que sólo hay 35 sentencias judiciales por casos de desaparición de personas.

La historia

El 19 de mayo de 1969, el profesor Epifanio Avilés Rojas fue detenido y llevado en una avioneta desde Guerrero, un estado del sureste, al Campo Militar Número 1 ubicado en la Ciudad de México

Nunca más se supo nada de él. Desde entonces está identificado como la primera víctima de desaparición forzada del país. Por lo menos, la primera registrada.

En los años 70, las desapariciones se acentuaron debido a la llamada ‘guerra sucia’ que el presidente Luis Echeverría lanzó contra militantes y activistas que luchaban, en algunos casos a través de guerrillas, en distintos estados.

La hipocresía fue el eje de esa estrategia, porque Echeverría se granjeó aplausos a nivel internacional por acoger a miles de exiliados argentinos, chilenos y uruguayos que eran perseguidos por las dictaduras de sus países. Pero, al mismo tiempo, cometía violaciones masivas de derechos humanos en México que pasaban desapercibidas casi por completo. Y que incluían las desapariciones.

Ello explica, en parte, que en 1971, su primer año de Gobierno, haya registro de 15 desaparecidos. Sólo tres años más tarde, la cifra se disparó a 283. Fue su propio récord. En total, durante su sexenio se reportaron 482 personas víctimas de desaparición.

La militarización del combate al narcotráfico durante el sexenio de Calderón sólo disparó la violencia y la extendió hacia la población en general, sin que mermara el poder de los cárteles.

En las tres décadas siguientes las desapariciones anuales se acumulaban por decenas. A veces llegaban solamente a un dígito, lo que no necesariamente significa que no hubiera, sino que no se registraban o denunciaban como tales.

A principios de siglo, durante el Gobierno de Vicente Fox, las desapariciones comenzaron a contarse por cientos. De las 95 reportadas en 2001, su primer año de gestión, pasaron a 575 al fin de su sexenio en 2006.

Pero el verdadero año fatídico fue 2006. Y el responsable, el expresidente Felipe Calderón.

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