El primer programa de construcción y adecuación en la prisión de mujeres de Tennessee comienza este año

El primer programa de construcción y adecuación en la prisión de mujeres de Tennessee comienza este año

Nos dicen que la prisión contaba con este programa hace más de una década, pero durante mucho tiempo no fue una opción, hasta ahora. Sigue siendo el único en una prisión femenina del estado.

NASHVILLE, Tennessee — Un nuevo programa en el Centro de Rehabilitación Debra K. Johnson, el primero de su tipo, está preparando a las mujeres para el éxito más allá del encarcelamiento.

Una asociación entre el Departamento Correccional de Tennessee (TDOC) y los Colegios de Tecnología Aplicada de Tennessee (TCAT) creó la clase “Oficios de construcción”, nueva este año y el primer programa de construcción en cualquier prisión de mujeres del estado.

La clase enseña los conceptos básicos de construcción, plomería y electricidad, para que los reclusos eventualmente puedan construir una casa por sí mismos.

“Así que cuando salga, ¡no necesitaré a ningún hombre! ¡Podré hacerlo todo!”, dijo Margaret Roell.

Le quedan 27 años de condena y dice que esta clase ha sido lo mejor que le ha pasado durante su condena.

He estado en prisión cuatro veces y tengo 34 años. Así que aquí mismo, intento sentar las bases. Intento hacer todo lo que pueda para beneficiarme, ¿sabes?

La instructora de la clase, Erica Gray, dice que el objetivo es prepararlas para la vida después de la prisión, especialmente cuando se trata de una industria dominada por hombres.

“No verás muchas mujeres en una obra. Pero las que ves, están ahí para trabajar, para esforzarse”, explicó.

“Sabemos que el 95% de los infractores de TDOC vuelven a casa, así que ¿por qué no invertir en la persona que podría convertirse en su vecino?”, añadió el director, Taurean James.

Nos dicen que la prisión contaba con este programa hace más de una década, pero durante mucho tiempo no fue una opción, hasta ahora. Sigue siendo el único en una prisión femenina del estado.

El director que supervisa la clase agrega que este tipo de educación puede afectar drásticamente si los reclusos regresan a prisión, por lo que es un esfuerzo por mejorar tanto al delincuente como a la sociedad.

“Si puedo arriesgarme a hacer lo negativo, definitivamente puedo tener éxito, si me lo propongo, en hacer lo positivo”, concluyó Roell.

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